Bilbao es una ciudad precursora en la arquitectura icónica. El nuevo estadio de San Mamés se suma a estos edificios que destacan por su singular belleza. Su fachada está compuesta por más de 2.700 lamas, y todas ellas generan una envolvente que cambia su aspecto visual a medida que paseamos por su perímetro. Un efecto único que se consigue con un solo tipo de geometría y un alto desarrollo en ingeniería.
Sistema: Monocapa con lámina de ETFE de 250 μm color blanco
Desde las distintas perspectivas se observa un edificio con dinamismo, que se consigue gracias a las lamas de 5,40 m por 1,20 m, con geometría de doble curvatura. La construcción del nuevo estadio de San Mamés fue prevista en dos fases. La fachada tiene más de 2.700 lamas todas ellas idénticas y distribuidas en 5 niveles. Cada pieza consta de un bastidor metálico construido con un perfil de sección circular. IASO ha desarrollado un sistema de fijación oculto, que queda integrado en el interior del perfil. La lámina de color blanco queda perfectamente pretensada. El resultado es una fachada única, permeable a la visión y que permite la ventilación natural del edificio.