Con el objetivo de reestudiar la iglesia de Corbera d’Ebre,
un proyecto que cumple ya más de 11 años y continúa siendo foco de estudios e
investigaciones, Ferran Vizoso (Barcelona, 1969) visita la sede central de IASO
en Lleida capital.
Arquitecto por la ETSAB 1998 y profesor de la ETSALS,
impartiendo clases en la asignatura “Energy I” e “Environmental Logic” del
máster MIAD, Ferran Vizoso es una persona que cree en la responsabilidad
ecológica, social y patrimonial de la arquitectura, como una herramienta de
cohesión para la comunión entre hombre y naturaleza.
Amablemente y con una sonrisa en el rostro, nos concede unos
minutos para hablar sobre Corbera d’Ebre y el papel de la arquitectura en el nuevo
paradigma de la sostenibilidad.
Trayectoria
Terminé Arquitectura en el 98. He de decir que antes de
arquitectura estudié un año de Biología, así que mi interés por la ciencia, la
biología y la ecología, ha estado siempre presente a lo largo de mi formación y
mi carrera profesional.
Como arquitecto, desarrollo trabajos con interés social y
medioambiental, enfocados en la sostenibilidad y la eficiencia. Y he combinado
mi praxis con docencia e investigación, añadiendo un especial interés en la
restauración patrimonial.
Que es precisamente lo que encontramos en Corbera d’Ebre…
Totalmente.
¿Se encuentra sumergido en algún otro proyecto
actualmente?
Siempre intento mantenerme muy ocupado. Actualmente estoy
desarrollando en Menorca dos promociones de vivienda social para el IBAVI
(Instituto Balear de Vivienda), donde estamos recuperando materiales y técnicas
tradicionales, entroncando así con mi interés por el patrimonio, aunque son
obra nueva. Y vamos a reformar un edificio de unas antiguas baterías militares
en el norte de Menorca como centro de interpretación del parque natural de la
isla.
¿Cómo se prepara para este tipo de proyectos tan poco
convencionales?
Intento siempre trabajar con equipos pluridisciplinares.
Creo que es muy importante que los arquitectos podamos rodearnos de expertos
para hacer propuestas más ambiciosas y vayan más allá de únicamente solventar
lo prioritario, aquello que se ve a simple vista. Nuestras acciones tienen
repercusiones sociales y medioambientales, por las que yo siempre me he
interesado y de las cuales cada vez se habla más. Solo rodeándome de expertos
he sido capaz de abarcar ese plus que es necesario para solventar estas
cuestiones.
¿Qué papel juega este carácter pluridisciplinar de la
arquitectura en el cambio de paradigma hacia la sostenibilidad?
Los conocimientos generados en principio desde campos como
la biología, la ecología o las ciencias sociales están llegando y están
empapando la arquitectura y suponen un gran reto para los arquitectos. Cómo el
ser humano será capaz de seguir habitando este planeta, como mínimo,
conservando su actual calidad de vida, es un reto mayúsculo. La arquitectura
está al principio de asumir y de gestionar la tremenda responsabilidad que
conlleva la sostenibilidad.
Y ante este enorme reto que significa la sostenibilidad,
¿crees que los arquitectos cuentan con las herramientas necesarias? ¿Hace falta
más investigación?
Está todo por hacer, el cambio de paradigma es absoluto. Yo
creo que no se le está dando la relevancia y la importancia que tiene la
sostenibilidad en la arquitectura. Hay mucho “Greenwashing” (vender soluciones
como sostenibles que en realidad no lo son) y empezamos a ser conscientes,
arquitectos y la sociedad en general, de la importancia del ahorro energético.
Hay que reducir el consumo energético no solo en el uso y la gestión de los
edificios, también en su construcción, algo que eventualmente estaremos
obligados a realizar por normativa, ya que es un reto que aún no está siendo
asumido.
¿Encaja bien la arquitectura textil y el ETFE dentro de
este cambio de paradigma?
Sí. Arquitectura con baja emisión, tanto en fabricación como
en construcción, va a ser necesaria… y obligatoria. Las estructuras ligeras,
textiles, el ETFE, entre otros materiales, cada vez van a estar más presentes y
ser más necesarias.
Y esto nos lleva a Corbera d’Ebre. ¿Qué caracteriza a
este proyecto?
Es un proyecto especial por el entorno geográfico y el
contexto histórico. Ruinas de la batalla del Ebro, uno de los episodios más
traumáticos de la historia contemporánea española y que en la región aún
mostraba heridas abiertas.
Se tenía que conservar el aspecto de la ruina, creando una
compatibilidad entre elementos a priori opuestos: devolver la utilidad a la
edificación mientras se conserva la memoria histórica. El ETFE aparece como una
solución que posibilita la doble solicitud, en principio contradictoria, poder
usar la iglesia y conservar su memoria histórica.
¿Cómo aparece el ETFE como solución en Corbera d’Ebre?
Por sentido común. Sentido común y una buena definición del
problema. (Los arquitectos) Pecamos a veces de no analizar bien las
problemáticas a las que nos enfrentamos y ahí es donde el equipo
multidisciplinar ayuda, y mucho, a entender la magnitud de la tarea y las
consecuencias de los actos, nuestras propuestas como arquitectos.
Las características de la iglesia, por su historia y su
condición ruinosa implicaban una solución ligera, amable con la estructura, y a
la vez transparente, que permitiera la entrada de luz cenital que es la
característica más importante de esta ruina. Mantener la sensación de entrar a
un exterior y de entrar a una iglesia que ha perdido su cubierta. El ETFE por
peso propio, por economía y por transparencia aparece como solución.
El papel de la arquitectura textil en el futuro de la
construcción…
Son un tipo de estructuras que aún se aplican de forma muy
minoritaria, básicamente porque es desconocida por los técnicos en general. No
se enseña en las escuelas, hay pocos referentes y puede haber una percepción de
esta solución estructural como algo muy complejo y tecnológico, muy caro… premisas
que al final no son verdad. No es que sean estructuras complicadas, es que
funcionan distinto a las estructuras a compresión o flexión, que son las que
más se conocen, son estructuras que funcionan básicamente a tracción.
Sus aplicaciones pueden ser muchísimas. En este caso nos
ocupa una intervención patrimonial, pero estas estructuras se pueden aplicar a
arquitectura doméstica, vivienda, equipamiento, espacio público que vamos a
necesitar sombrear con veranos cada vez más calientes; como solución de sombra,
solución ligera, con poca energía embebida… Yo creo que sí, es una solución
estructural que cada vez va a estar más presente, sí.
Y para finalizar, ¿tienes algún mensaje para compañer@s
de profesión y para el sector de la arquitectura en general?
El reto de la sostenibilidad nos lleva a la transdisciplinariedad, superando la interdisciplinaridad. Tenemos que aprender a generar conocimiento juntamente con otras disciplinas, los arquitectos tenemos que abrirnos a otros conocimientos e integrarlos en soluciones más capaces de dar respuestas reales a los problemas reales, y la sostenibilidad es uno de ellos. Tenemos que asumir más riesgos y eso nos llevará a ser más creativos y valientes.