Los altos niveles de ruido con los que convivimos a diario conllevan molestias y frustraciones que tienen un impacto en la salud mucho peor de lo que pensamos. Y, aun así, las medidas para combatir la contaminación acústica brillan por su ausencia.
La contaminación acústica
Uno de cada cuatro españoles está expuesto de forma prolongada a niveles de ruido superiores a los recomendados, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Son más de 12 millones de personas que, en su día a día, ven como construcciones y obras, espacios y actividades de ocio, aviones, trenes y coches perturban su salud con un tipo de contaminación que a menudo pasa desapercibida, la acústica. Y este índice es aún mayor en las grandes urbes, pues se trata de un problema extendido por la gran mayoría de ciudades europeas.
La legislación española limita la magnitud de ruido en interiores por debajo de los 30 decibelios durante la noche o los 40 por el día. En el exterior, el margen durante el día está entre los 55 y los 60 decibelios y entre los 45 y los 50 por la noche. Topes que para la Organización Mundial de la Salud (OMS) son insuficientes, pues consideran que las ciudades españolas trabajan con objetivos de calidad acústica obsoletos que deberían reducirse en 10 decibelios.
Y es que, según la OMS, la exposición al ruido (>55dB o incluso menos) a largo plazo puede tener consecuencias nefastas para la salud. Trastornos del sueño, nervios, estrés, ansiedad, migrañas o pérdida de la capacidad auditiva llevan a otras afecciones con consecuencias mucho más serias. La AEMA calcula que la exposición prolongada al ruido ambiental provoca 12 000 muertes prematuras y contribuye a 48 000 nuevos casos de cardiopatía isquémica cada año en toda Europa. También se calcula que, a nivel europeo, 22 millones de personas sufren grandes molestias crónicas y que 6,5 millones de personas sufren alteraciones del sueño graves y crónicas.
Fuente: ¿A QUÉ EQUIVALEN LOS DIFERENTES NIVELES DE DECIBELIOS? <https://www.allpe.com/acustica/ingenieria-acustica/mediciones-acusticas/a-que-equivalen-los-diferentes-niveles-de-decibelios/>
Consecuencias graves, soluciones insuficientes El 7º Programa de Acción de la UE en materia de Medio Ambiente puesto en marcha en 2014 y consistente en reducir la contaminación acústica y avanzar hacia los niveles de exposición al ruido recomendados por la OMS, finalizó en 2020 sin cumplir con los objetivos propuestos. La UE insta a los estados miembros a hacer más para adoptar las medidas necesarias y hacer frente a la contaminación acústica, pero los progresos carecen de un seguimiento estricto y las políticas aplicadas resultan insuficientes. |
Un problema que enfrenta a negocios y vecinos
Discotecas, restaurantes, locales de ocio, terrazas y bares se enfrentan constantemente a los vecinos que deciden no aguantar más ruido. Los primeros intentan retomar las cifras prepandémicas tras un periodo de pronunciada austeridad por culpa de las restricciones a las que se sometieron por la COVID-19. Los segundos se enfrentan a una situación de constante malestar a la que son más sensibles tras la inactividad en exteriores de la pandemia. Según la Encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística (INE), uno de cada cinco hogares en España sufre problemas de ruidos. El porcentaje de personas que respondieron que tienen molestias sonoras producidas por sus vecinos o procedentes de la calle llegó a un 22,1%, dando un salto de casi ocho puntos respeto al 2019 (14,2%, el mínimo desde 2004).
Esta situación lleva a los perjudicados a acudir a la justicia. Las denuncias por emisiones de ruido se han disparado y desde los tribunales civiles se puede decretar el cierre de la actividad de establecimientos y condenar al causante de las molestias a indemnizar por los daños morales, en la salud, así como los patrimoniales que ocasione. En la vía penal, los juzgados pueden condenar al infractor a penas de prisión, multa e inhabilitación para el desarrollo de una determinada actividad. Y lo más destacable es que los ruidos no tienen por qué causar daños físicos o psíquicos a los denunciantes para calificarse como delito. Basta con que quien los provoca conozca el riesgo potencial que conlleva su acción y no lo evite.
Fuente: Mapa estratégico de ruido de la ciudad de Barcelona <https://sig.gencat.cat/visors/soroll.html>
La respuesta al conflicto se encuentra en la adecuación de espacios. La ingeniería acústica, que está ampliamente desarrollada en interiores, carece de soluciones estandarizadas en espacios abiertos. Las opciones más solicitadas van desde ventanas insonorizadas hasta paneles y cortinas, pero su implementación implica una inversión por parte de los afectados, particulares y las comunidades vecinales, que acuden a ellas como una vía alternativa a la legal, denunciar a la fuente del ruido.
Por otra banda, los locales y establecimientos que son fuente de ruido constante deben ser conscientes de realizar una adecuación coherente de sus instalaciones, tanto interiores como exteriores para evitar ser denunciados y, posiblemente, penalizados. Sin embargo, en espacios abiertos las opciones son limitadas y las terrazas no paran de crecer como medida de los ayuntamientos para combatir la crisis.
Absorbrella, una solución sostenible
En este contexto se presenta Absorbrella, que busca suplir la necesidad de una solución exterior para reducir el ruido en espacios abiertos. La patente consta de un accesorio confeccionado con materiales acústicamente absorbentes que se añade a parasoles, pérgolas, carpas, velas y toldos, y permite un apantallamiento sonoro de 4dB para primeros pisos y una absorción acústica del 100% (1α sabine). Su objetivo es crear un ambiente de confort acústico para sus usuarios, lo que facilitaría la comunicación entre ellos y evitaría la necesidad de levantar la voz. El efecto cascada de estos factores sumado al apantallamiento sonoro hacia el exterior de la terraza, propicia un ambiente poco ruidoso o silencioso (niveles de ruido recomendados por la OMS) tanto para vecinos como usuarios de espacios con Absorbrella cuando la fuente del ruido es una terraza abarrotada.
Fuente: Ensayo sobre la Absorción y apantallamiento del tejido ABSORBRELLA (T-Ingeniamos Engineering Management S.L.), solicitado por ISINAC Acoustic World S.L.(2019).
La
patente también reduce el gasto energético (en un 89% frente a una lona
convencional) en calefacción gracias a sus propiedades termodinámicas aislantes.
Además, los materiales de ABSORBRELLA se ajustan a la economía circular, siendo
reciclables y compostables. Todas características indispensables en las
ciudades sostenibles del futuro.
Las soluciones contra la contaminación acústica existen, pero el deber recae en las entidades locales, públicas y privadas, que juegan un papel fundamental para combatir el ruido apostando por soluciones coherentes a la gravedad del problema. La adecuación de calles y carreteras (principales fuentes del ruido en entornos urbanos), la implementación de soluciones acústicas en espacios públicos y la supervisión de los mayores focos urbanos de ruido son algunos de los frentes que se deben priorizar para lograr los objetivos de sostenibilidad acústica que persiguen tanto la UE como la OMS, alcanzando el bienestar de las personas sin afectar la economía de los negocios locales.
Parasoles con Absorbrella en la terraza del Hotel Casa Sagnier (Rambla de Catalunya, 104, 08008 Barcelona).
Fuente: IASO.